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25 de noviembre de 2016

25/11/2016

Hacer un blog fue algo que nunca tuve en mente, continuarlo mucho menos. Siempre pensé que nunca existiría algo parecido a compartir historias y anécdotas a personas que simplemente llegan a tu espacio por accidente o quizás por suerte, nunca tuve la ilusión de ser el mejor haciendo estas cosas y creo que hoy menos tengo una meta tan inútil como esa. Nunca tuve las ganas de hacer una entrada que pueda ser leída fluidamente y que tenga algo de sentido, siempre que escribo lo hago pensando en tantas cosas que se podría pensar que nunca llegare a un fin o lógica en las veces que intento hacer algo, esto que pueda ser leído quizás no tenga sentido como tantas cosas que publique y quizás no le llegue a poner tanta emoción, lo estoy haciendo por la razón que ya no me acuerdo.
No creo que pueda seguir sosteniendo una pagina de la forma en como lo hacia antes, pues en esos tiempos el contenido nunca me importo y no creo que me llegue a importar ahora, sin embargo hay muchas cosas que pasan en este mundo que da la sensación que vivimos atrapados en un sueño del que nunca despertaremos y a diferencia de lo que se podría creer, este sueño no tendrá un final feliz. Es sabido que todos los que escriben en un blog o tienen un blog hacen o escriben cosas tan fantásticas que este medio se fue, en cierta medida, hundiéndose en el mar de la desinformación e incredulidad pues la mayoría de sus autores tienden a escribir sobre temas tan irreales que llegan a ser llamados "conspiranoicos" , una mezcla entre conspiración y paranoicos. Temas que hacen pensar por largor tiempos acerca de eventos que pasaron o que quizás fueron encubiertos para no causar un caos a nivel mundial, pero siendo sinceros la mayoría de personas que intenta basar su argumento en razón de lo que leyó en un blog es tildado de crédulo y hasta idiota por seguir cual cordero lo que ciertos personajes de este mundo te ponen en sus bitácoras.
Ciertamente estas teorías llegan a tener un sustento pues la mayor parte de nuestras vidas le hacemos poco caso o nada de caso a los acontecimientos que están a nuestro alrededor y nos toman por sorpresas algunos "cambios" que no notamos pues como dije estábamos perdidos contemplando al lugar equivocado y atendiendo a la persona equivocada, la verdad es que yo tampoco se en que creer y en que desconfiar, pues seguramente mi mente ya esta empezando a aceptar las cosas como son y mi capacidad para refutar ya se quedo dormida hace mucho tiempo, incluso desde antes que empezara a escribir esto. Y como todo en esta vida, ya estoy empezando a creer que nunca tuve una oportunidad con nadie y que todo lo que creí que iba a ser bonito solo fue un juego de mi mente que me hizo creer que la tierra es plana y que mis vivencias estaban siempre afuera y no adentro.
Nunca tuve una oportunidad...