TÍTULO ORIGINAL: The Constant Gardener
DIRECTOR: Fernando Meirelles
GUIÓN: Jeffrey Caine (Novela: John Le Carré)
INTÉRPRETES: Ralph Fiennes, Rachel Weisz
DIRECTOR: Fernando Meirelles
GUIÓN: Jeffrey Caine (Novela: John Le Carré)
INTÉRPRETES: Ralph Fiennes, Rachel Weisz
SINOPSIS: Justin Quayle (Fiennes) es un diplomático británico destinado en Kenya cuya mujer es asesinada junto a un hombre sospechoso de ser su amante, un activista defensor de los derechos humanos de la región. Quayle decide entonces investigar los asesinatos, y comienza a descubrir mucho más de lo que esperaba…
En un remoto lugar al norte de Kenya, asesi-nan brutalmente a la activista más entregada de la zona, la brillante y apasionada Tessa Quayle (Rachel Weisz). Un médico local que la acompañaba ha huido y todo parece apuntar hacia un crimen pasional. Sandy Woodrow (Danny Huston), Sir Bernard Pellegrin (Bill Nighy) y los demás miembros del Alto Comi-sionado Británico están convencidos de que el viudo de Tessa, el apacible y poco ambicioso Justin Quayle (Ralph Fiennes) dejará el asunto en sus manos, pero están muy equivocados. El equilibrio profesional del diplomático ha basculado al perder a la mujer a la que tanto amaba. Esos dos seres tan opuestos se atraían mutua-mente y disfrutaban de un feliz matrimonio. Los recuerdos de esa unión empujan a Justin a tomar una decisión por primera vez en su vida personal y profesional. Perseguido por los remordimientos y herido por los rumores de las supuestas infidelidades de su espo-sa, Justin se sorprende a sí mismo lanzándose a una peligrosa odi-sea. Ha decidido limpiar el buen nombre de su mujer y "acabar lo que ella empezó". Para conseguirlo, debe aprender a marchas for-zadas cómo funciona la industria farmacéutica, ya que Tessa esta-ba a punto de descubrir un escándalo, y viajará por dos continentes en busca de la verdad. No tardará en darse cuenta de la existencia de una conspiración tan letal como común que se ha cobrado la vi-da de inocentes y pondrá la suya en peligro.
CÓMO SE HIZO "EL JARDINERO FIEL": 1. Una historia de amor y entrega
Llevada a la gran pantalla por un conjunto de grandes talentos de todo el planeta, EL JARDINERO FIEL sabe mezclar, como sólo puede hacerlo el cine, la aventura, los problemas sociales y las emociones. El director Fernando Meirelles nos dice: “La oportunidad de denunciar a la industria farmacéutica fue uno de los tres elementos que me convenció para dirigir EL JARDINERO FIEL. Otra fue la posibilidad, la elección, de rodar en Kenya. Además, es una historia de amor muy original; la de un hombre que se casa con una mujer más joven que él y no se enamora realmente hasta que ella muere y decide indagar en su vida. Es una historia preciosa, con un toque existencialista”.
“En mi opinión, él se enamora retrospectivamente”, nos explica Ralph Fiennes, que encarna al protagonista. “Hay dos partes igualmente importantes en la película. Por un lado, es un thriller político acerca de los escándalos corporativos, sus hechos delictivos y sus manipulaciones. Por otro lado, cuenta la relación ente Justin y Tessa Quayle. Justin emprende un viaje no sólo para sacar a la luz las investigaciones de Tessa; también va tras la pista de la relación que les unía. Redescubre y reconsidera la relación con su mujer. Es un papel maravilloso porque pasa de ser un hombre amable, aunque bastante reticente, a convertirse en alguien obligado a ver las verdades de este mundo. Espero que el público le vea como a una especie de ciudadano medio”.Rachel Weisz, que interpreta el papel de Tessa Abbott Quayle, la activista asesinada, añade: “La historia de amor y los elementos del thriller van de la mano, no existe una cosa sin la otra. Ahí reside la atracción de la novela de John le Carré y de la adaptación de Jeffrey Caine. El amor de Justin por Tessa le empuja a un viaje de descubrimiento en el que alcanza un nuevo nivel de conocimiento de sí mismo y, a la vez, descubre un enorme escándalo político”.
“A primera vista, Justin parece un hombre muy pasivo”, nos dice Fernando Meirelles. “Es un caballero británico de lo más civilizado, un diplomático educado que vive de acuerdo con las reglas. No sabe muy bien lo que hace Tessa; a veces, le gustaría interferir, y si no lo hace, no es por debilidad, sino porque tiene un acuerdo con ella. También vive su relación según las reglas. A todos nos interesó descubrir qué vio Tessa en Justin. Necesita un ancla, y Justin le impide que bascule hacia la locura; él es el control, ella es la pasión”.
“Justin es un jardinero apasionado”, nos explica Ralph Fiennes. “Los jardineros tienen una paz interior y una sensibilidad conseguida por la observación del crecimiento y floración de las plantas. Para mí, ésa era la clave del personaje. ¿Por qué se casa con una mujer tan obstinada y apasionada como Tessa? Creo que los opuestos se atraen”.
Jeffrey Caine, el guionista, nos dice: “Ralph y Rachel me convencieron de la pasión y ternura que nutría la relación entre Justin y Tessa”.
El personaje de Tessa Quayle está basado en una persona de carne y hueso. John le Carré dedicó “El jardinero fiel” a una activista apasionada e incansable llamada Yvette Pierpaoli. En la dedicatoria de los títulos finales, el autor la describe como una mujer “que vivió y murió porque le importaba la vida”.
En 1999, cuando tenía 60 años, Yvette Pierpaoli, sus dos asistentes y el conductor murieron en un accidente de coche en Albania. En esa época, fiel a su decisión de ayudar a los demás, Yvette Pierpaoli pertenecía a Refugiados Internacionales. Su vocación empezó a los 19 años, cuando abandonó Francia por Phnom Penh. Allí la conoció John le Carré a mediados de los setenta. Desde el primer momento, la mujer se sirvió de todos los medios a su alcance para convencer al novelista de que ayudara a su causa, como él recuerda:
“Todo era por una causa. Y no tardé en darme cuenta de que esa causa no era negociable, que surgía de una necesidad visceral de dar comida y dinero a los hambrientos, medicamentos a los enfermos, refugio a los sintecho, documentos a los apátridas y, generalmente hablando, de hacer milagros de la forma más secular, muscular, lógica y sin aspavientos que uno pueda imaginar. A pesar de que por edad, profesión, nacionalidad y lugar de nacimiento, Tessa esté muy alejada de Yvette, su entrega a los pobres de África, sobre todo a las mujeres, su desprecio del protocolo y su absoluta, a veces exasperante, determinación de conseguir su objetivo, surgió conscientemente del ejemplo de Yvette”. (“La musa constante”, The Observer, 25 de febrero de 2001).
Llevada a la gran pantalla por un conjunto de grandes talentos de todo el planeta, EL JARDINERO FIEL sabe mezclar, como sólo puede hacerlo el cine, la aventura, los problemas sociales y las emociones. El director Fernando Meirelles nos dice: “La oportunidad de denunciar a la industria farmacéutica fue uno de los tres elementos que me convenció para dirigir EL JARDINERO FIEL. Otra fue la posibilidad, la elección, de rodar en Kenya. Además, es una historia de amor muy original; la de un hombre que se casa con una mujer más joven que él y no se enamora realmente hasta que ella muere y decide indagar en su vida. Es una historia preciosa, con un toque existencialista”.
“En mi opinión, él se enamora retrospectivamente”, nos explica Ralph Fiennes, que encarna al protagonista. “Hay dos partes igualmente importantes en la película. Por un lado, es un thriller político acerca de los escándalos corporativos, sus hechos delictivos y sus manipulaciones. Por otro lado, cuenta la relación ente Justin y Tessa Quayle. Justin emprende un viaje no sólo para sacar a la luz las investigaciones de Tessa; también va tras la pista de la relación que les unía. Redescubre y reconsidera la relación con su mujer. Es un papel maravilloso porque pasa de ser un hombre amable, aunque bastante reticente, a convertirse en alguien obligado a ver las verdades de este mundo. Espero que el público le vea como a una especie de ciudadano medio”.Rachel Weisz, que interpreta el papel de Tessa Abbott Quayle, la activista asesinada, añade: “La historia de amor y los elementos del thriller van de la mano, no existe una cosa sin la otra. Ahí reside la atracción de la novela de John le Carré y de la adaptación de Jeffrey Caine. El amor de Justin por Tessa le empuja a un viaje de descubrimiento en el que alcanza un nuevo nivel de conocimiento de sí mismo y, a la vez, descubre un enorme escándalo político”.
“A primera vista, Justin parece un hombre muy pasivo”, nos dice Fernando Meirelles. “Es un caballero británico de lo más civilizado, un diplomático educado que vive de acuerdo con las reglas. No sabe muy bien lo que hace Tessa; a veces, le gustaría interferir, y si no lo hace, no es por debilidad, sino porque tiene un acuerdo con ella. También vive su relación según las reglas. A todos nos interesó descubrir qué vio Tessa en Justin. Necesita un ancla, y Justin le impide que bascule hacia la locura; él es el control, ella es la pasión”.
“Justin es un jardinero apasionado”, nos explica Ralph Fiennes. “Los jardineros tienen una paz interior y una sensibilidad conseguida por la observación del crecimiento y floración de las plantas. Para mí, ésa era la clave del personaje. ¿Por qué se casa con una mujer tan obstinada y apasionada como Tessa? Creo que los opuestos se atraen”.
Jeffrey Caine, el guionista, nos dice: “Ralph y Rachel me convencieron de la pasión y ternura que nutría la relación entre Justin y Tessa”.
El personaje de Tessa Quayle está basado en una persona de carne y hueso. John le Carré dedicó “El jardinero fiel” a una activista apasionada e incansable llamada Yvette Pierpaoli. En la dedicatoria de los títulos finales, el autor la describe como una mujer “que vivió y murió porque le importaba la vida”.
En 1999, cuando tenía 60 años, Yvette Pierpaoli, sus dos asistentes y el conductor murieron en un accidente de coche en Albania. En esa época, fiel a su decisión de ayudar a los demás, Yvette Pierpaoli pertenecía a Refugiados Internacionales. Su vocación empezó a los 19 años, cuando abandonó Francia por Phnom Penh. Allí la conoció John le Carré a mediados de los setenta. Desde el primer momento, la mujer se sirvió de todos los medios a su alcance para convencer al novelista de que ayudara a su causa, como él recuerda:
“Todo era por una causa. Y no tardé en darme cuenta de que esa causa no era negociable, que surgía de una necesidad visceral de dar comida y dinero a los hambrientos, medicamentos a los enfermos, refugio a los sintecho, documentos a los apátridas y, generalmente hablando, de hacer milagros de la forma más secular, muscular, lógica y sin aspavientos que uno pueda imaginar. A pesar de que por edad, profesión, nacionalidad y lugar de nacimiento, Tessa esté muy alejada de Yvette, su entrega a los pobres de África, sobre todo a las mujeres, su desprecio del protocolo y su absoluta, a veces exasperante, determinación de conseguir su objetivo, surgió conscientemente del ejemplo de Yvette”. (“La musa constante”, The Observer, 25 de febrero de 2001).
1 comentario:
Estoy leyendo el libro de Le Carré. A veces se hace medio lento, en la medianía de sus más de 600 páginas.
Habrá que ver la película.
A
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